Seth abrió los ojos. Los insoportables temblores habíancesado. Se incorporó despacio. No sentía ya el atrozdolor de los miembros, ni el mareo, ni la terrible jaqueca.Se le había quitado la fiebre por completo.Pasó las piernas con cuidado a un lado del fino jergónsobre el que yacía y paseó la mirada por la celda, sumidaen la penumbra. Todo estaba exactamente como tenía queestar. Entornó los párpados al enfocar la luz parpadeantede la lámpara de aceite. Su aura titilaba con un sorprendenteprisma de colores que le ponía un poco nervioso.-¿Matt?- llamó.
¿Que os parece? ¿Lo habéis leído?
¿Os gustaría? ¿Qué estáis leyendo ahora?