-¡Espera! -gritó la gárgola, y me tiró de la falda-. ¡Tenemos que hablar urgentemente! Oye, que me estás pisando... No hagas como si no pudieras verme. Sé que puedes. - Desde su boca salió disparado un chorrito de agua que formó un minúsculo charco sobre mis botines-. Oh vaya, perdón. Solo me pasa cuando estoy nervioso.
Gideon me miró.
-Deberíamos recoger nuestras cosas - dijo finalmente -. Y deberías hacer algo urgente con tus cabellos; parece como si algún idiota se hubiera puesto a revolver en ellos con las dos manos y luego te hubiera tirado sobre un sofá... sea quien sea el que nos espere sabrá que dos y dos con cuatro...
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Me encanta! Tengo que leerme los libros! Fijo que el mes que viene me pongo con ellos antes de que salga el ultimo ^^
ResponderEliminarun besin